- No gritar de forma habitual, controlar el volumen de la voz y evitar hablar mucho tiempo en lugares ruidosos.
- No fumar y evitar ambientes cargados de humo.
- Limitar el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol irrita la mucosa que reviste la garganta.
- Evitar ingerir bebidas muy frías y beber mucha agua, ya que la pérdida de líquido seca la voz.
- Incluir en la dieta alimentos que contengan vitaminas A, E y C.
- Tratar las alergias, catarros y reducir el consumo de alimentos (chocolate, quesos fermentados, picante,...) y bebidas (café, té, alcohol,...) que puedan provocar que el ácido del estómago se desplace hacia el esófago y la garganta.
- Intentar evitar ambientes con mala climatización o cambios bruscos de temperatura.
- Si se van a realizar esfuerzos intensos y de larga duración, pueden utilizarse medicamentos homeopáticos de forma preventiva para ayudar a prevenir las cuerdas vocales.
- Ante las primeras sensaciones de malestar, consulte a su médico o farmacéutico.
- Evitar forzar la voz cuando está dañada.
¡Es importante cuidar nuestras voces chicos!