Lorna Wing, psiquiatra británica y madre de una chica con autismo, en los años 80 recuperó los papeles de Asperger para la comunidad científica, postuló junto a la doctora Judith Gould la existencia de un continuum o espectro de sintomatología autista y acuñó por vez primera el nombre de “Síndrome de Asperger” para describir la conducta de aquellos pacientes que no tenían alterada la capacidad cognitiva impersonal ni la adquisición formal del lenguaje, además de mostrar un interés absorbente por determinados temas y cierta torpeza motora.
Hasta 1994 no se incluyó en el 4º Manual de Trastornos Mentales (DSM por sus siglas en inglés) de la Asociación Americana de Psiquiatría, y en la CIE-10 (ICD en inglés) de la Organización Mundial de la Salud, el término diagnóstico Síndrome de Asperger -englobado junto al autismo dentro de los trastornos graves del desarrollo neurobiológico o TGD- y sus indicadores clínicos.
Nos parece correcto que reclamen tener un día reconocido en el calendario, porque es también una manera de "darse a conocer".